Dentro de la diversidad de restos arqueológicos de la Península Ibérica, es de destacar el yacimiento arqueológico de Tiermes, en Soria.
Los primeros datos sobre población en la zona se pueden fechar en el Neolítico: a partir del siglo XV a.C. se documenta un periodo de más de 35 siglos de ocupación ininterrumpida.
En el siglo XVI, la iglesia de Santa María de Tiermes se convierte en ermita, y la población desaparece absorbida por otros núcleos vecinos.
A mediados de los años 1930, el arqueólogo español Blas Taracena realiza excavaciones sistemáticas en el yacimiento y denomina a Tiermes “la Pompeya española”.
Lo cierto es que los restos del antiguo oppidum celtibérico y de la ciudad romana son uno de los yacimientos arqueológicos españoles más interesantes tanto para el investigador como para el visitante. Los restos de la ciudad de Tiermes han persistido durante siglos por estar parcialmente tallados en la roca arenisca, pudiendo observar puertas, ventanas, escaleras, casas, calles, vías… si además sumamos los metros de sedimento y escombro acumulados, todo ello ha permitido que numerosas estructuras urbanas hayan pervivido 20 siglos, y hoy podemos empezar a conocerlas.